Sobre Mí

Bien, de todo esto lo de Pablo Segura es anecdótico. Lo demás importa, al menos si te gustan las buenas rutas de mtb y prefieres gobernarlas tú. Ya sabes, elegir a dónde vas, elegir con quién vas.

O sea: ir a rueda no, a dónde te lleven no, mandar tú de la ruta, a eso me refiero.

Verás, como me gusta el monte voy, y como me gusta el mtb, pues lo mismo. Donde vivo hay buenos sitios, y repito rutas muy a gusto, como todo quisqui. Eso lo disfruto, aunque disfruto mucho más el día que voy a explorar, probar, descubrir… 1.000 Veces mejor que repetir 

Es algo que hago desde hace años. Allí donde he vivido lo he hecho. Y cuando puedo me escapo a otras zonas. Ya te digo que es lo que me gusta.

Un cosa, igual estoy asumiendo que, lo que me gusta a mí, es lo que te a ti. Y no tiene porque ser así.

A mí me gusta eso, rutas diferentes, sitios nuevos. Lo que vas a leer trata de eso, si no es lo que te gusta a ti igual no hace falta que sigas leyendo

Sigo pues. Empecé yendo y ya está: prueba y error, prueba y error, prueba y error. Incluso alguna vez prueba y acierto. Estaba bien, aunque así no llegaba muy lejos.

Luego probé con los mapas. Muy guapos los mapas oye, pero el resultado era parecido: mucha prueba y mucho error. Llegué un poco más lejos, eso sí, no mucho, solo un poco.

Mira, los mapas me encantan, son chulísimos. Lo que pasa es que tampoco soy muy bueno con ellos. Lo hago, pero me cuesta.

Por eso, cuando el GPS bajó a la tierra, o sea, cuando lo pusieron a un precio que podíamos pagar las personas normales se me abrieron las mismísimas puertas del paraíso: Todas las Rutas del Mundo, eso pensé. 

Para no variar, el GPS también fue prueba y error y error y error. ¡Vaya trastos del demonio los primeros GPS’s! Nada de acierto, mucha prueba y todo error. 

¿Y sabes lo peor? Algo así te hace sentir como un imbécil.

Es que hay algo de la tecnología que me saca de quicio. Es algo que me zarandea y me salpica la cara con barro asqueroso de frustración y autodesprecio.

La tecnología a veces falla, asumido, no es el problema, todo puede fallar. Yo también puedo fallar, tú, todos. Pero lo que realmente frustra y te desmonta es cuando no funciona y no sabes qué demonios falla, si es el cacharro o si eres tú.

En realidad jode porque sí sabes que, de una forma u otra, el que falla eres tú. Sí, por comprar algo que no va, o por no saber usar algo que sí que va. Y encima no sabes que cojones pasa.

Leer en manual no sirve de mucho, por eso ya ni se molestan en ponerlo en la caja. Y la peregrinación por Youtube cada vez se parece más a lo de buscar una aguja en un pajar. 

En aquel momento ni siquiera contaba con Youtube, así que parecía condenado a vivir la vida a rueda, a ir adonde me llevaran, o a no llegar muy lejos. 

Supongo que por fin tuve suerte. El caso es que, la condena a ir a rueda acabó después de asistir a una formación como Dios manda, una de Orientación, Cartografía y Aplicaciones Prácticas del GPS. 

Fue así como todo cambió. Bueno, todo no, cambiaron muchas cosas, pero no todo.

Ahora podía ir adonde me daba la gana, eso era importante, la parte de ir, la tenía bien controlada con el GPS. Lo tenía tan dominado que incluso daba yo las formaciones de GPS. 

Todo parecía en orden pues, pero pasaba algo raro. O no tan raro, luego vi que le pasa a más gente, a lo mejor también te pasa a ti. 

A lo que me refiero es a que, aunque lo tenía controlado, casi NO iba con el GPS en mtb. Si había que ir se iba, pero procuraba evitarlo. 

¿Por qué? Sencillo: no me gustaba ir en GPS con mtb. 

Entiéndeme: Me encantaba el mtb, y disfrutaba yendo a explorar sitios con el GPS. Lo que no me gustaba nada era cuando juntaba las dos cosas: ir en mtb guiándome con el GPS.

Eso era un palo, “lo peor de los 2 mundos”. El GPS me obligaba a estar pendiente, así que era igual si la ruta era guapa o no, yo no me enteraba.

Y encima en mtb me equivocaba más, mucho más que a pie. 

Lo dicho, un palo, no me gustaba, me daba flojera solo pensarlo, lo evitaba.

Eso cambió también, aunque esta vez no sabría si decir que fue una suerte. Cambió de golpe, literalmente, igual un día te lo cuento. El caso es que me rompí el pómulo por ir mirando el GPS en mtb.

Sí, iba con un GPS muy bueno, con muy buenos mapas, con un track que había trabajado en casa, y me di un hostión porque miraba esas cosas, la pantalla, el track el mapa. Por dónde iba no, lo otro miraba. Vaya castaña me di.

Esas cosas te espabilan. Me dije: «A ver, Pablo, digo yo que ese GPS tan bueno lo compraste porque tiene de todo, y puede hacer algo más por ti que lo de enseñarte el triangulito y el track en un mapa.»

Sí que podía. Mi GPS podía hacer montones de cosas, solo que yo hacía lo mismo que todos.

Yo hacía sota, caballo y rey, de un palo solo, pero había mucho más allí. Estaban todas las cartas de todos los palos, y si me apuras varias barajas. Yo solo con sota, caballo y rey, de bastos.

Ya te digo que para la tecnología soy bastante malo. Pero no era eso, o no solo eso.

Verás, yo tenía dominado lo de usar el GPS, pero no lo sabía todo. No debería extrañarte algo así ¿Sabes todo lo que puede hacer un móvil? Un GPS hace menos, pero los buenos hacen muchas cosas, muchas, y de muchas maneras.

En realidad no controlaba todas las opciones, y ahora tampoco, pero el tema aún está un poquito antes se eso, y se parece al gran truco para acertar en la lotería. 

Sí, un mar de opciones y configuraciones entre las que elegir. No tantas como en la lotería, pero muchas. 

Y mira, resulta hay una forma de ganar en la lotería, de acertar que no falla. Es bastante conocida entre narcotraficantes y políticos corruptos, y consiste en comprar el número que ha tocado. Un número cualquiera no, el que toca.

Vale, pues con lo del GPS es lo mismo, para acertar no tienes que saber las miles de opciones que tiene, tienes que saber solo las que tocan. Y ya está

Y es aquí donde entra la psicología.

Porque una cosa ya te digo, esa que toca está en tu GPS, pero no es la que sale cuando lo enchufas, aunque tenga un perfil de BTT o algo así.

Lo que hice fue analizar lo del mtb y el GPS como se analiza un trabajo complejo en Psicología del Trabajo. Desgrané cada cosa que había que hacer, como convenía hacerla, siempre desde la perspectiva de juntar mtb y GPS.

No mtb, no GPS, los dos a la vez.

Y solo después vi todas las opciones del GPS. Después, cuando sabía todos los “para qué”, entonces podía ver todos los “como”. 

Ahora sí, ahora era otra cosa, tenía el método para usar el GPS en Mtb.

Y funcionó. No solo conmigo, también con otras personas a quienes he ido formando.

Ahora hago esos cursos online.

Además he tomado la costumbre de escribir consejos diarios para acertar con el GPS.

Para empezar a acertar con el GPS una cosa que ayuda mucho es haber acertado antes, haber elegido el GPS que toca. No es pillar un Garmin caro y ya está, es que hay muchos que valen.

Igual ya tienes GPS, en ese caso también ayuda saber lo que le puedes pedir, ya sabes, a un olmo sombra, a un peral peras.

Entonces, he escrito una guía y la regalo gratis del todo a quienes se suscriben a la lista de los consejos diarios. En la guía analizo todos los Garmin que ellos recomiendan para mtb, todos, desde la perspectiva de la navegación de rutas mtb. 

Es sencillo, te suscribes, te envío la guía y voy enviándote mails. Ya sabes que si no quieres recibirlos te borras y asunto resuelto. Para suscribirte es con el formulario.