Creo que ya he dicho alguna vez que hay, al menos, 2 maneras de usar la e-mtb, (ir a comprar el pan no cuenta). Tal vez la más evidente, la que la mayoría de la gente entiende, es pensar que la e-mtb es hacer mtb sin cansarte tanto, gracias al motor, claro. Mucha gente hace esto. Y está bien. He disfrutado de la compañía de algún buen amigo en las rutas gracias a eso, muchas veces. Sin eso se hubieran quedado en casa. Así que por ahí perfecto. Aunque a mí la que me gusta es la otra manera. En la otra manera, la cuestión no es si te cansas más o menos. No es eso. Te puedes cansar según quieras: Si te aprietas te cansas mucho, si no te aprietas te cansas menos. Por tanto esa no es la cuestión. La gran diferencia es que puedes hacer cosas que con la otra bici no puedes. Puedes subir un montón de sendas que antes eran solo de bajar, (o para deportistas en la élite). Bien, eso ya lo he dicho más veces por aquí, creo. Lo que no sé si he dicho es que el GPS moderno y masmolón, para quienes hacemos eso, puede ser aún más decepcionante. Es que, el GPS necesita datos. Es así, aunque algunas personas con mucha fe crean que una mente misteriosa inspira al algoritmo y le dice cuál es el camino a seguir. No es una mente misteriosa, son los datos, los que lleva metidos, o los que tú le metes. Pues verás, esos datos siempre se quedan cortos cuando quieres hacer algo en mtb que se sale de lo normal. No por nada, es que una senda que no existe en la base de datos de tu GPS pues eso, no existe. Y punto. Y claro, la gracia de las rutas de e-mtb, es adaptar la ruta. O sea, no hacer las mismas rutas más rápido o más descansado. No, hacer otras rutas, rutas adrede que expriman la e-mtb. De eso, hoy por hoy, hay pocos datos. La solución es sencilla en realidad: te lo montas tú y listo. En mis formaciones enseño cómo hacerlo, y bastantes cosas más. |